Se busca, por un lado, la adaptabilidad de los sistemas de producción, de la mano, por ejemplo, de mejoras en la rotación de cultivos para conseguir mayores niveles de producción y, por otro, la eficiencia de los sistemas de producción, fundamentalmente mediante la optimización del uso de agua, fertilizantes y fitosanitarios, dando origen a lo que se ha dado en denominar Agricultura de Precisión.
De nuevo en este escenario nos encontramos con la información como eje conductor de los procesos.
Sin embargo, los retos a los que hay que enfrentarse varían de manera notable, respecto al entorno industrial.
En primer lugar, la sensorización de las explotaciones.